El Libro Blanco sobre la reforma del juego en Gran Breta?a fue el tema de debate del primer día de la conferencia SiGMA Europa 2023. Después de casi 30 meses, seis ministros de Juego, tres primeros ministros, dos monarcas, 16.000 respuestas, varias filtraciones, un Mundial y una pandemia, el panel debatió el Libro Blanco y los próximos pasos tras la avalancha de consultas publicadas en los últimos meses. También evaluó las posibles repercusiones de varios de los elementos del Libro Blanco en otros mercados del juego.
En su intervención previa a la mesa redonda, el moderador John Hagan destacó la insistencia de la Comisión del Juego del Reino Unido (UKGC) respecto a las “comprobaciones” para la gran mayoría de los jugadores. Explicó que, según la Comisión, se espera que el 3% de las cuentas se vean afectadas, pero solo se pedirá al 0,3% de los clientes que presenten extractos bancarios. A?adió que entre los retos a los que se enfrenta la aplicación de la nueva normativa figuran la falta de una visión única del cliente y el hecho de que, en la práctica, “no existe una solución eficaz y sin fisuras para los controles no intrusivos”. Aun así, Hagan se mostró optimista ante la posibilidad de que la mayoría de los operadores acojan con satisfacción unos umbrales más coherentes. Dan Waugh, sin embargo, no se mostró tan optimista e insinuó la posibilidad de que la Comisión moviera los umbrales a su antojo. A?adió que los controles que se proponen son una imposición que los particulares podrían no querer, y desde una mentalidad liberal occidental, esto no sienta bien. En la práctica, a?adió, esto podría dar lugar a que los jugadores tuvieran varias cuentas o se pasaran a operadores “grises” y, en lugar de una visión única del cliente, no hay forma de regular. Roger Parkes a?adió que el excesivo proteccionismo de la Comisión ha ido en detrimento de los consumidores y no en su beneficio.
Kizzie Fenner, refiriéndose a la sugerencia del Libro Blanco de regular el marketing directo, se?aló que esto da lugar de hecho a una doble regulación, ya que el marketing es un ámbito en el que ya existe regulación. Parkes a?adió que es fácil olvidarse del impacto y perder de vista la magnitud de toda la regulación y las posibles repercusiones sobre los jugadores, los operadores y el ecosistema del juego en general.
El debate continuó con Parkes preguntándose si existe una mejor relación entre el sector y la Comisión. Sugirió que, con el tiempo, la relación se ha deteriorado hasta convertirse en lo que es hoy, como resultado de que la Comisión se haya centrado en las inspecciones y en la aplicación de la normativa, en lugar de esforzarse por colaborar con el sector. Fenner a?adió que siempre habrá una tensión inherente entre cualquier industria y su regulador. Aun así, a?adió que había sido testigo de un cambio positivo con el compromiso de la UKGC de colaborar con la industria y dio el ejemplo de la creación de grupos de trabajo de asequibilidad y gestores de cuentas dedicados para los licenciatarios. Esto significa efectivamente que ahora hay una línea directa de comunicación con la Comisión. Stephanie Wong se mostró de acuerdo y a?adió que la presencia de Andrew Rhodes en la Comisión supone una “mejora definitiva” en la relación entre el regulador y los regulados, pero que es necesario seguir trabajando. Aunque reconoce que en la Comisión hay “gente estupenda”, Waugh se pregunta hasta qué punto el organismo escucha al sector.
Durante la mesa redonda, las opiniones demostraron la complejidad de la normativa sobre el juego. El escepticismo expresado por Waugh en relación con la posible flexibilidad de los umbrales reflejó una preocupación más amplia sobre la capacidad de adaptación del sector al panorama normativo en evolución. Las observaciones de Fenner sobre la doble regulación y la crítica de Parkes a la postura protectora de la Comisión subrayaron el delicado equilibrio necesario para proteger tanto los intereses del sector como el bienestar de los consumidores. El debate culminó con una reflexión sobre la evolución de la relación entre el sector y la Comisión, una relación marcada por la tensión, la preocupación por el cumplimiento normativo y atisbos de colaboración. Aunque ha habido avances positivos, en particular con iniciativas como los grupos de trabajo sobre asequibilidad, persisten las dudas sobre el compromiso de la Comisión con los puntos de vista del sector. A medida que se desarrolla la regulación, el diálogo se hizo eco del reto de equilibrar el control con la cooperación, un elemento esencial para fomentar un entorno que proteja y alimente la vitalidad del ecosistema del juego.
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